El repartidor se ha establecido en la sociedad como alguien imprescindible. Ya no solamente reparte comida, ahora también lleva celulares, computadoras y hasta ropa.
La importancia que han adquirido desde la pandemia por el COVID-19 es muy notoria. Muchos, les han estado delivery de compras al mayor grupo de riesgo (mayores de 60 años), permitiendo que se puedan quedar en sus casas para resguardarse.
Con toda la protección necesaria, y los elementos elementales para circular en la calle, facilitan la vida de muchos ciudadanos. Según estadísticas, se ha duplicado la cantidad de pedidos diarios por delivery.
Los rubros que más han crecido son supermercados y farmacias. Entre los productos de cada uno: huevos, leche, manteca, queso y jamón. En cuanto a las farmacias, firme en el primer puesto se mantiene el alcohol en gel, seguido del desinfectante en aerosol, termómetros y guantes de látex.
Por ende, el repartidor tiene su bicicleta constantemente expuesta a los peligros de la calle. De ahí la importancia de tener su capital de trabajo asegurado, es decir, la bicicleta.
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