Dentro de los inventos recientes en el ámbito de las dos ruedas aparece uno que apunta a la seguridad de nuestras Bicicletas pero que es bastante poco convencional y hasta causó desagrado.
Se trata de un sistema antirrobo de Bicicletas en base a un candado aparentemente común pero que eyecta un gas vomitivo cuando alguien intenta forzarlo. El nombre del producto es Skunklock (“skunk” significa zorrillo y “lock” candado).
Daniel Idzkowski, el inventor estadounidense de este producto, asegura que con las herramientas adecuadas incluso el candado más resistente puede ser cortado o partido en menos de un minuto, lo que ocasiona el robo de un millón y medio de bicicletas a nivel mundial cada año.
Este nuevo dispositivo que están financiando gracias a una plataforma de financiamiento colectivo “no puede prevenir un ladrón al 100%, pero es un candado disuasivo… no es una solución definitiva pero el delincuente estaría prácticamente vomitándote encima todo el tiempo y debería cambiarse la ropa, ducharse y volver para cortar lo que queda”, comentó el inventor. El gas vomitivo se libera cuando al agresor quiebra el 30% del espesor del caño del candado.
Se hicieron varias pruebas para testear al Skunklock y el 99% de quienes intentaron romper el candado comenzaron a vomitar con el gas que tiene un alcance de más de 60 centímetros.
El producto, oriundo de la ciudad estadounidense de San Francisco, comenzaría a venderse este año y los creadores afirman que el candado cumple con las legislaciones de al menos 50 países.